lunes, setiembre 17, 2007

Grito de Guerra

Sentados en nuestros respectivos asientos, ya enrumbados hacia nuestra siguiente misión, el Capitán Re-Shushan, con la mirada fija hacia un punto en el espacio, metido en sus pensamientos, o tal vez atento a las suaves notas que salían, de su aparato de sonido personal(lo que se conocía como Discman alla por el milenio pasado). El Teniente Chiqui Paucar, concentrado, dando un último vistazo a su equipo personal de levitación alternativa, una de sus armas más letales para ésta misión. Mientras tanto todo iba marchando normalmente como cualquier viaje de rutina, camino hacia BATRANCA, cuidad hacia donde nos dirigíamos.

Hicimos una parada en una estación Neutral, a mitad de camino de nuestro destino, en la Base Neutral "PEAJE - PASAMAYO". El Fantasma Del Espacio echó un vistazo por la ventanilla que tenía a su lado derecho, y contempló a los nativos, oriundos de ese lugar, ofreciendo sus artesanías y demás productos elaborados por ellos mismos. Fue entonces cuando a lo lejos oyó una voz, que canturreaba palabras en lenguaje propio de ese lugar. Uno de los nativos se acercó a la ventanilla del Fantasma y le acercó una bolsa, a la vez que le decía: " ea ut pramecom Camoti, camoti!", el Fantasma la recibió, no había por qué rechazar dicho obsequio del simpático aborigen, en ese entonces el aborigen gritó: "1 morlaco , 1 morlaco, agame p-aga weon!", El fantasma interpretó y entendió esas palabras y buscó en su "Maletín de monedas inter-platanarias", y cogió indiferentemente un pequeño disco plateado con el sello: "1 morlaco", y se lo extendió al nativo que lo cogió ansioso, y se fue corriendo, perdiéndose por entre los demás aborigenes que rondaban la Nave. El Fantasma pasó la bolsa recién adquirida al Capitán, el cual hizo lo mismo, llegando a manos del Teniente Chiqui Paucar, el cual dió un rápido vistazo, y sondeó a dicha bolsa con su sensor anti-radioactividad y la abrió; revisó su contenido y dijo: "Camoti", el Fantasma y el Capitán alargaron las manos y consumieron dicho producto, entonces el Fantasma al ver la bolsita vacía y con el adictivo sabor del producto que acababa de comprar navegando aún por su paladar, y exclamó: CAMOTIIIIIIIIII? CAMOTIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!! , el Capitán se dió cuenta del efecto alucinógeno muy tarde, porque ya estaba exclamando a coro con el Fantasma esa palabra misteriosa y frenética: CAMOTIIIIIIIIIII!!!! CAMOTIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!. La nave emprendió su marcha, un nativo se acercó velozmente y acercó una bolsita al Fantasma, el arrojó un nuevo disco plateado que el nativo apuró en recoger. Estabamos cada vez mas cerca de nuestro destino BATRANKA que, nos esperaba silencioso. Nosotros estabamos Listos para tomar por asalto esa Cuidad Una Vez Más...